Un poco de contexto

Por alguna razón mística, los italianos piden para sacar el pasarpote un documento con menos de 5 años de antigüedad (DNI o cédula), como dice en su página web. Previendo eso, y dado que mi DNI tiene bastaaaante más de 5 años, fui a hacer la cédula (que no tenía) y pasaporte alrededor del 22 de diciembre (excelente época para hacerla ya que estamos, había muy poca gente). El pasaporte habrá llegado a los 20 días y la cédula todavía la estoy esperando. Siendo que viajo para las uropas el 8 de marzo, y el pasaporte italiano tarda unos 20 días más me pareció una buena idea ir a ver si lo podía sacar con DNI y comprobante de cédula en trámite (llamar por teléfono no es opción, te atiende un contestador diciendote que vayas al consulado -.-).

Para los que le gusten las cosas más gráficas, acá tienen un mapa del recorrido.

Hacia el consulado

El consulado abre sus puertas a las 7:30 y empieza a atender a las 8:00, así que siguiendo el consejo de gente que ya ha pasado por esto, me propuse ir bien temprano.

Me puse el despertador a las 6 y 6:07 estaba yendo al baño a tratar de convertirme de una masa amorfa y somnolienta en una persona nuevamente. Casi lo logré.

Me preparé un desayuno rápido porque sabía que iba a ser un día largo. Salí no mucho después de las 6:30.

93, subte B hasta florida, un par de cuadras, y a las 7:45 ya estaba haciendo la cola en la puerta del consulado italiano. La gente ya empezaba a entrar pero ya habían unas 15 personas haciendo cola afuera. Llegamos al guardia de seguridad privada y a la persona adelante mío ya le pedían DNI o cédula con menos de 5 años. A mí me miraron el DNI y me dejaron pasar. Detector de metales, orden de apagar el celular y estoy haciendo cola adentro, al menos ahora con aire acondicionado.

Todavía la atención al público no empezaba, pero el clima tenso ya se sentía. Hordas de cuasi-argento-italianos invadiendo el pueblo consular, con sus 3 únicos soldados y blandiendo sus lanzas para aguantar el ataque ferozmente. Más allá de la posición defensiva, se alcanzaba a ver la espadas enfundadas pero lista para liquidar a cualquier enemigo que llegue al cuerpo a cuerpo [*]. Además de los 3 soldados se ve un general en control de la situación, más feroz aún que éstos, en estado de frenética atención a cualquier movimiento extraño y exhibiendo sus condecoraciones orgullosamente.

Se hacen las 8 y la cola empieza a avanzar. Se desata la batalla y ante tal clima bélico, y siendo que yo iba a implorar piedad, ya podía oler mi derrota.

8:30 y es mi turno de verme cara a cara con el enemigo. Explico mi situación y sin más recibo el primer ataque, una hoja con los requisitos para sacar el pasaporte y un seco "ahí están los requisitos, en la web también, no los cumplís... NEXT!". Le vuelvo a explicar y le pregunto si no hay alguien más con quien pueda hablar si no hay algún otro documento que pueda presentar y me dice "no, vas a tener que ir a la Policía Federal, es problema de ellos no nuestro". Sin piedad. Un hombre en la fila que escucha a lo lejos mis alaridos intenta darme una mano al grito de "si vas acá cerca al registro de las personas con el pasaje te lo sacan en el día". Con esa información en mano me pareció razonable llevar mi lucha a otros horizontes, a terreno argentino, al menos por un rato.

Hacia el registro de las personas (1)

Por malas indicaciones hago un par de cuadras de más pero llegó. Luego de presenciar una discusión de un pobre tipo que lo citaron a las 8 pero le dijeron que la persona que tenía que ver no llegaba hasta las 9:30 pregunto por mi situación, pero me informan que ahí manejan DNI, nada de cédula (supongo que el tipo de la cola habrá pensando que tenía el DNI en trámite). Pregunto cuanto lleva hacer el DNI y me dicen que 5 días así que lo empiezo a considerar una opción. Me mandan a la vuelta por otra puerta para que me informen. Explico de nuevo. Me dan un número de teléfono y me dicen que saque turno, que son 5 días hábiles luego de tener el turno, que se hacen maaaaaas o meeeeeenos 10 días. Ya no es tan tentador. Me dicen que para averiguar de la cédula vaya a Azopardo [†].

Hacia Policía Federal

Azopardo, alrededor de las 9:45, cola de al menos una cuadra (no di la vuelta manzana para ver hasta donde llegaba) para sacar número para empezar el trámite del pasaporte/cédula. Panorama desolador. Encuentro una fisura en las líneas enemigas, una ventanilla de informes de estado del trámite con solo 5 refugiados. Espero. Me atienden.

No, mirá, tu cédula todavía está para imprimir, no hay forma de acelerar el trámite porque están trabadas por falta de materia prima.

OOOOOOOOOK! Rápido y sin dolor. Miro el papel con el 0-800 para sacar turno para el DNI con más cariño.

Hacia el registro de las personas (2)

Me acerco al locutorio más cercano. Llamo. Todas las líneas ocupadas. Llamo. Me comunico, marco 2 para sacar turno. Suena 3 o 4 veces, me dicen "Gracias por llamar", me cortan. Repito 4 o 5 veces. La dirección es Paseo Colón 1093, menos de una decena de cuadras de distancia. Noto una ampolla prominente de tanto caminar en ojotas. Me mando igual.

Paseo Colón al 1000, 10:00 aprox. Tipo con pinta de patovica de boliche discutiendo con gente que se queja, detrás de unas vallas (con pinta de boliche), al frente de un edificio grande (sin pinta de boliche). Guardia de seguridad privada a un costado. Voy a preguntarle al guardia; me dice que hable con el patovica. Le comento. Me dice "llamá al número, no hay otra forma de hacer el DNI, sacá turno". Le digo que llamo y no me atienden y me dicen que hay millones de argentinos llamando, que siga tratando. Una señora se acerca y comenta misma experiencia, pero que está hace días sin poder comunicarse. Misma respuesta. Se aproxima un tipo con pinta de mejor onda. Con mejor onda nos dice lo mismo. Más gente quejándose.

A punto de sacar la bandera blanca y dado que todavía estoy en horario (serían las 10:15 y el consulado cierra las puertas a las 11), decido en un último impulso suicida volver a la lucha internacional, con intenciones de explicar que mis recursos para vencer al poderoso ejército argentino fueron agotados, tratando de inducir un poco de empatía y ganar un aliado.

Vuelta al consulado

Avanzo pero siento como un tiro en el pié: explotó la ampolla y ya no puedo caminar. Me arrastro hasta un puesto médico, compro un par de curitas en un quiosco (algo me dice que una no va a ser suficiente). Me repongo, sigo, pero como acumulé millas de tanto viaje a pie y la distancia a recorrer es grande, gasto mis puntos en un pasaje en 62. Vuelvo a llegar al consulado, luego de tener que re-acomodarme el vendaje que se sale frecuentemente (todavía no estoy dispuesto a sacrificar mi segunda curita).

10:30, vuelvo a pasar los controles, apagar el celular, pero esta vez evito la cola (mucho menor que antes, por lo que les recomiendo que si tienen que ir a hacer el trámite lo hagan a esta hora) y voy a hablar directamente con el general a cargo. Mala onda. Mucha, como siempre. Sigue en su postura inquebrantable a pesar de explicarle que ya el gobierno argentino me había dejado morir desangrado. Le digo que no puedo entender como el gobierno italiano está dispuesto a hacer lo mismo. No hay caso, se enoja más y cierra la cortina del diálogo bruscamente. Saco la bandera blanca y emprendo la retirada de la derrota.

Recuerdo que debía preguntarle algo más. Junto valor y me vuelvo a acercar con la bandera blanca en alto para que al menos me dirija la palabra. Le digo que tengo una consulta no relacionada a la anterior y me escucha. Le digo:

¿Me podrías decir al menos cual es el tiempo mínimo que puede tardar el pasaporte italiano? Porque si me llega la cédula así sé si vale la pena venir de nuevo o no, porque me tengo que pedir permiso en el trabajo para hacer el trámite.

Me pregunta varias veces cuando me va a llegar, sin entender mis varias explicaciones de que no tengo ni la más puta idea. Le pido que me informe un tiempo mínimo. Insiste, le pongo ejemplos:

¿Si me llega 10 días antes de viajar vengo a hacerlo o ya no va a estar a tiempo?

Le digo.

No, no, seguro que no. Si te llega 15 días antes le puedo preguntar al funcionario (sic) si lo pueden hacer.

Me responde.

Un par de intentos fallidos por pedirle de hablar yo directamente con el funcionario y me dice que le va a preguntar ella si me lo pueden hacer en 15 días si me llegara la cédula.

...

Pasan unos minutos. Suspenso.

...

Vuelve y me pide el DNI y el certificado de cédula en trámite. Empiezo a saborear la victoria silenciosamente y empiezo a enrollar la bandera blanca disimuladamente y sin que nadie lo note para que no generar más conflictos internacionales.

Me dice que pase por donde estaba su computadora y comienza a explicarme que me van a hacer el pasaporte igual, como súper-mega-excepción. Evidentemente el funcionario es un tipo con dos dedos de frente y le dijo:

¡Dejate de romper las pelotas y hacele el maldito pasaporte al pobre tipo!

El enemigo de pronto deja de ser tal y empieza a comportarse como un compatriota, como un servidor, como un amigo. Me explica simpáticamente que después le llevo la cédula cuando me llega y está todo bien, incluso si me llega cuando vuelva del viaje. Sonríe, increíble cambio de humor. El domicilio de DNI no es el actual, pero mira con cara compinche como diciendo "bueh, n'importa" y me dice que haga el cambio de domicilio y le lleve el documento y una fotocopia al retirar el pasaporte. Lleno el formulario, me da número y empieza la espera de un ciudadano italiano común y corriente.

El trámite

Los tiempos de argentino indocumentado quedaron atrás; ahora solo me queda esperar que otras 31 personas sean atendidas, apenas unas 2 horas de espera. La espera me permitió saborear mi pequeña victoria; costosa, agotadora y tardía, pero victoria al fin. Y bien sabrosa :). Luego media hora de trámite en sí y otra media hora para esperar otro momento triste, abonar los $482 (€85) concluyeron la batalla. Por alguna razón la mayor parte de la gente no tenía espera en la caja, pero evidentemente el destino creía que no había tenido suficiente así que me siguió poniendo a prueba un poco más.

13:30. Salgo, aprovechando que estaba en el centro y tenía que vender algunos dólares y que a solo unas cuadras está la comunidad más grande de casas de cambio del país, aprovecho.

El cambio

Miro un poco las pizarras y entro en una casa de cambio que compra a $3.84. Cola, espera y burocracia convierten unos pocos dólares en lo que parece una cantidad suculenta de pesos en alrededor de una hora de magia.

Con la mitad del dinero en cada cachete del trasero (en los bolsillos del pantalón, por supuesto), decido emprender la retirada. Las paradas de colectivos se mueven por la ampliación del subte E, tengo que caminar más y mis viejas heridas se resienten. El dolor no me deja más remedio que gastar mi segundo y último vendaje. 140 (con aire al menos! Aleluya!) y el viaje de vuelta se hace al menos llevadero.

Corolario

Be warned, los tanos son muy jodidos y los argentinos inútiles =P